11 octubre, 2017

King Arthur Legend of the Sword: Basada en hechos no reales...


Y muy probablemente tampoco haga un uso estricto de la leyenda original, más allá de la utilización de ciertos elementos icónicos de la historia arturiana. De todas formas hay que colocar un pie al costado y ser un tanto racionales, ya que ponernos en exquisitos y exigir completa fidelidad sobre un mito es algo completamente absurdo y que en gran medida atentaría contra la esencia misma de cualquier película de fantasía.

*A partir de aquí puede que haya algún que otro spoiler leve sobre la película*

Habiendo aclarado eso, en esta película Guy Ritchie nos ofrece sin ninguna vacilación una versión bastante singular de los inicios del Rey Arturo, y lo hace a través de un estilo muy particular también. Definitivamente es una cinta pochoclera, de eso no nos tienen que caber dudas (y quedaremos eternamente agradecidos por ello), algo que le sirve para mantener al espectador prendido a la pantalla casi de manera permanente.

¿Dónde carajos está Merlín?

Todavía me estoy preguntando si tomé la captura
por alguna otra razón más allá de que está bastante buena.

¿A quién le interesa la practicidad de esa protección
a la hora de la batalla? La facha siempre es lo que importa.

A King Arthur: Legend of the Sword hay que darle el mérito que se ha ganado, ha sido desde los propios trailers de promoción una producción totalmente honesta para con el público, y gracias a eso podemos saber precisamente con lo que nos vamos a encontrar y lo que no debemos esperar. Dicho de otra manera, supongo que nadie tenía intenciones de exigirle al film un argumento de lujo.

Y es precisamente debido a ese gran detalle que a pesar de contar con una trama un tanto genérica, en ningún momento nos sentimos defraudados ni aburridos. Esta nueva versión del Rey Arturo lentamente se convierte en un desfile de recursos narrativos y visuales que pareciera nunca acabar, ofreciendo por momentos escenas muy bien logradas y que le dan un aire completamente fresco a la producción.

Nada mal esa Excalibur y sus poderes.

Es raro ver a Little Finger haciendo de bueno.

Partiendo desde un comienzo con lo que todos deseábamos, una introducción bien pochoclera que incluyó una fugaz batalla con elefantes gigantes. Provocando que desde los primeros minutos fuéramos seducidos completamente, a la vez que se hilvanaban las puntadas iniciales de lo que sería la narrativa central de la película.

Haciendo uso, en momentos bien marcados, de la superposición de situaciones que ocurrían en tiempos completamente diferentes, definitivamente el equipo creativo se lució. Porque no sólo sirvió para mantener el interés del espectador sino también para demostrar que Arthur como protagonista estaba en otro nivel con respecto al elenco, y lo hizo de tal manera que por instantes causa una gracia genuina.

Una épica batalla de miles de hombres...
Como juegan con nuestros sentimientos.

"Ese es el problema con la educación, siempre molesta."
Los diálogos también fueron un agregado extra que sumó.

La huida utilizando un primer plano fue bárbara.
Toda la secuencia del escape dentro de la ciudad
fue de lo mejor que tuvo la película.

Algo a favor que tiene esta cinta es que a pesar de jugar constantemente con los efectos, en ningún momento se sobresatura de ellos volviéndose una obra repetitiva y monótona, mucho menos pesada. Todo lo contrario, la narración en todo momento es muy dinámica, sin llegar tampoco al extremo de perder en su vertiginosidad al público. Pareciera ser como si Guy Ritchie fuera consciente de lo que puede ofrecer en pantalla y de las propias limitaciones de la obra.

Por tal motivo King Arthur: Legend of the Sword a fin de cuentas se convierte en un sólido entretenimiento, resultando ser en una impresión netamente personal, mejor de lo que en un principio auguraba. Volviéndole a dar vida a una de los mitos icónicos de la Inglaterra medieval y rescribiendo casi por completo la leyenda que todos conocemos, con un final que deja abierta, de manera implícita, la posibilidad para una eventual secuela.

-Ah, estoy agotado, la vida de un rey es muy dura.

-Who need this shit?
No le importaba nada a Arthur.


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