De a poco este ciclo se fue tornando un poco más oscuro de lo habitual con las entradas más recientes; porque no todo era tan lindo en la edad media como la fantasía nos quiere hacer creer muchas veces. Y para echar un poco más de sobriedad al asunto llega Der Medicus, una producción alemana que adapta a la pantalla grande la novela homónima escrita por Noah Gordon; esto último se convertiría en un detalle no menor a la hora de tener en cuenta la reacción del público.
A pesar de haber sido fuertemente criticada por quienes han
tenido la oportunidad de leer en su momento la obra original, a mi me ha
gustado bastante. Cabe aclarar que desconocía la novela, así que no esperen
algún tipo de defensa magistral para con el film. Tal vez como adaptación haya
dejado que desear, pero como una historia nueva o al menos inspirada en una
novela, esta película de Philipp Stölzl es más que interesante.
Lo primero que se pondrá en evidencia es que Der Medicus no teme vendernos una ambientación lúgubre cuando es necesario, una cualidad que en el transcurso de la cinta sin lugar a dudas se podrá apreciar con claridad y jugará a su favor. Se realiza una muy buena labor en ubicarnos en el contexto de aquellos años, una época donde la voz de Dios era predicada y tenida en cuenta como algo incuestionable.
El primer gran maestro de Rob. Lo mejor de todo fue que no sólo aprendió a curar sino que también a venderse a sí mismo. |
-¿Duele? Agradecele a tu Dios por dejar de lado la medicina romana. |
Pensar que aquellos años ya se realizaban operaciones oftalmológicas. |
Lo primero que se pondrá en evidencia es que Der Medicus no teme vendernos una ambientación lúgubre cuando es necesario, una cualidad que en el transcurso de la cinta sin lugar a dudas se podrá apreciar con claridad y jugará a su favor. Se realiza una muy buena labor en ubicarnos en el contexto de aquellos años, una época donde la voz de Dios era predicada y tenida en cuenta como algo incuestionable.
Una realidad que no sería exclusiva del cristianismo, sino
que también sería compartida tanto por judíos como musulmanes. Si bien estas
dos son las que mayor protagonismo cobran a lo largo de la historia, son
innegables los puntos en común que ambas poseen cuando nos referimos a la
medicina de la época.
Una curiosidad, a los judíos se los muestra como un grupo "aceptado" en todos lados. |
"No te puedes levantar para clase si no te has acostado." Karim, un adelantado a su época |
No obstante la película decide no profundizar minuciosamente
sobre cada una de las creencias (algo que al parecer en la novela si ocurre).
La presencia de las religiones en Der Medicus es un factor más que importante y
hace notar su peso en la trama, pero la narrativa intenta mantener cierto
balance en la travesía del propio Rob Cole para que ningún elemento cobre más
importancia que la cuestión medicinal.
Porque desde que nuestro protagonista emprende su viaje, el
argumento comienza a nutrirse de diversas subtramas que irán desarrollándose en
Isfahán. Desde el propio encuentro con Rebecca, su relación con el propio sha,
y con quien sería su mentor en el campo de la medicina: Ibn Sina, interpretado
por nada más y nada menos que por Ben Kingsley.
"¿Cómo me recordarás? ¿Como amigo, o como tirano?" Todo un personaje el sha. |
Esta escena me recordó a cuando iba al Hospital de Clínicas. En vez de paciente, uno se sentía un conejillo de indias. |
Es una cinta en la que conviven en sus casi dos horas y
medias el romance, la medicina, la aventura, la religión, e incluso cierto
espectáculo bélico. Tal vez la presencia y ejecución de este último sea un
claro ejemplo de lo que nos ofrece Stölzl en su film, ya que si bien el
conflicto y la guerra están presente en la trama, el director es conciente de
que no es el núcleo central de la historia, por lo que a pesar de suceder no se
lo ve en pantalla con detenimiento.
Esa prudencia de no caer en el fanservice fácil y desvirtuar
el trabajo es un atributo bastante inusual hoy en día. Y es algo que no sólo se
da en el enfrentamiento armado, sino también en las demás subtramas que van sucediendo
al mismo tiempo, por lo que recibimos en dosis bien medidas cada uno de los
ingredientes que dan forma a The physician.
Como he mencionado líneas arriba, analizándola como una
producción independiente de cualquier otra obra, Der Medicus es una excelente
película que nada tiene que envidiarle a sus pares de Hollywood. Tanto por su
temática como por la armonía con la que logra desenvolver su narrativa hacen
que uno se compenetre con Rob Cole y sus vivencias, en una época y un lugar más
que complicados. Definitivamente es una experiencia cinematográfica que vale la
pena recomendar para quienes no han leído la novela de Gordon.
La clase de Ibn Sina en medio de la noche se parece más a un grupo de ebrios filosofando sobre la vida. |
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