Nada nuevo sobre la mesa, ¿verdad? Aunque todo depende de
hasta donde decidan contarnos en la serie. Si bien como mencionaba en mi
anterior entrada que el destino de esta rivalidad de clases es más que
conocido, puede suceder que en su momento sólo lleguemos a ver la conclusión
del enfrentamiento entre los Poldark y los Warleggan, lo que nos dejaría
abierta la posibilidad de ver un desenlace medianamente feliz.
*A partir de aquí puede que haya algún que otro spoiler leve sobre la serie*
Sin importar el rumbo que tome la serie en el futuro
inmediato, esta tercera temporada me ha dejado con una extraña sensación, en la
que a diferencia de años anteriores sus principales referentes (Ross y George)
no me provocaron tanta simpatía o antipatía como uno supondría. Mas allá de sus
propios fallos y aciertos, fueron totalmente eclipsados por lo que sucedía a su
alrededor.
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Ross Poldark... el famoso noble todo terreno. |
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¡Geniales! En especial Geoffrey Charles y Agatha. |
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Enys se robó la primera mitad de temporada,
sin lugar a dudas. |
Dwight y su desventura acapararon toda la atención por un
lado, junto con los hermanos de Demelza y Morwenna, y con un Geoffrey Charles
rondando por ahí también, haciéndole honor a su sangre Poldark. Esta producción
de la BBC One es el ejemplo viviente de que no hace falta un giro de guión
inesperado, o un impacto visual en pantalla para provocar una reacción emotiva
en el espectador.
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La relación de Drake y Morwenna tuvo momentos
muy lindos, a pesar de que no haya calado hondo en mi. |
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¿Quién hubiese pensado que sería así
con esa cara? |
Por otro lado la historia de amor entre Drake y Morwenna, no
estuvo mal pero algo le faltó para que acaparara completamente mi atención. En
parte por los personajes involucrados, o tal vez haya sido simplemente el hecho
que el recurso de emparejar entre distintas clases sociales se ha estado
repitiendo bastante en lo que va de la serie.
Y para el último he dejado a las dos estrellas del show, quienes
por razones totalmente diferentes no pudieron tomar riendas de sus propios
destinos. George por su lado, a pesar de ser el hombre con los objetivos bien
claros se encontró con un obstáculo tras otro, y luego de poder sortearlos más
de casualidad que por mérito propio, tuvo un año bastante tibio.
Ross, a él le tengo bronca. O mejor dicho se ganó mi
antipatía por el hecho de desperdiciar las oportunidades que se le presentaban
una tras otra. En cierto punto se entiende ese intento de humildad y esa
actitud entre reacia y moderada para estar en una posición de poder, pero no
hacía falta que la situación se tornara caótica para que reaccionara y tomara
conciencia sobre las consecuencias de esa modestia.
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Noooo...
Lo dije por twitter en su momento cuando estaba
viendo la serie, pero... Nooooo. |
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Te odio. Si, detesto a Elizabeth.
Es la típica persona que "se pone la camiseta"
del lugar donde trabaja solo para hacer méritos. |
A pesar de que esta tercera temporada no ha sido para nada
mala ni aburrida, incluso ha demostrado que no depende de sus principales
protagonistas para desarrollar la trama, espero que el próximo año retome el
característico antagonismo entre Ross y George, quienes parecen perderse dentro
de la propia narrativa cuando no están enfrentándose a cara de perro.
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