Encima osaron en llamarlo anime. Los más puristas del lenguaje dirán que sí lo es, ya que en definitiva es una producción animada y el término anime comprende a todas las animaciones sin importar procedencia, pero la verdad es que Castlevania no está cerca de serlo. Tal vez lo único que la ayuda un poco en ese sentido son los diseños de personajes (basados en el juego), pero nada más.
No obstante aquello es un detalle casi menor, lo que
realmente importa es lo que nos ofreció Netflix en esta ocasión. Como bien
mencioné en el título fueron sólo cuatro capítulos, dejando colgada la historia
hasta vaya uno a saber cuando (muy posiblemente en el 2018).
Gráficamente la serie prometía con esa primera vista... |
Hasta que llegó esta parte a los cuatro minutos poniendo en evidencia semejante quality en los personajes. |
El estilo de animación durante gran parte del desarrollo me
hizo recordar a las producciones americanas; esa sensación de estar viendo un
anime recién la sentí en el encuentro entre Alucard y Trevor. Es por eso que
personalmente considero a Castlevania más como un experimento de animación yanki con estilo anime que otra cosa.
Con respecto a la historia y cómo ha sido trabajada, no me
terminó de convencer. En una lectura rápida y bien superficial la serie se ve
linda, Drácula desatando un ejército de demonios para vengarse de los humanos,
y un trío de héroes que se reúne para ir a detenerlo. Interesante, al menos en
los papeles.
El problema surge cuando uno se pone a apreciar los detalles y comienza a notar que la trama presenta cierto descuido, recurriendo a un uso de clichés y de un oportunismo que le quita total seriedad.
Not bad, but not enough. (No me vas a comprar dándole forma a unas llamas Netflix). |
Resumiendo, Drácula se casó con la primera mujer que entró en sus aposentos... |
El problema surge cuando uno se pone a apreciar los detalles y comienza a notar que la trama presenta cierto descuido, recurriendo a un uso de clichés y de un oportunismo que le quita total seriedad.
Un ejemplo más que claro es la fortaleza de Adrian, cuya
estructura parece estar hecha de papel y cartón, ya que se rompe toda ante el
mínimo golpe. O quizás también cuando Sypha se sorprende al escuchar que
Alucard es un vampiro, y el sujeto está frente a ella flotando... ¡flotando!
Flotando he dicho... ¡y estaba durmiendo en un ataúd! |
Aclaro que hay que tener algo en cuenta. Es una serie que
desde antes de su estreno ya tenía sus fans asegurados, todos aquellos que han
jugado a Castlevania y sintieron el hype desde el anuncio que tendrían un
anime. Mi crítica deben tomarla simplemente como la de alguien que desconoce la
franquicia y ha llegado a estos lados más por curiosidad que otra cosa.
De todas maneras es irrefutable el hecho de que lanzar sólo
cuatro episodios es prácticamente una burla, en donde también se pierde la
fuerza que el guión había conseguido en su climax. Sin olvidar que detrás de
todo el proyecto está Netflix, una empresa a la que llegado el momento no le
tiembla el pulso a la hora de dar de baja una serie, dejando inconclusa una
historia y colgados a los fans de ella.
La pelea estuvo bastante bien animada, aunque tampoco fue la gran cosa. |
Y así, Alucard se embarcó con sus nuevos camaradas en una aventura cuyo final ya sería conocido por quienes hayan disfrutado del juego. |
Yo tampoco había jugado los videojuegos, y la animación sí dejó mucho qué desear. La serie está animada por Frederator Studios, los mismos animadores de Hora de Aventura y Los Padrinos Mágicos y la verdad, se nota mucho que es su primer trabajo "anime".
ResponderEliminarHubiera sido bonito que lo hubiesen animado los coreanos encargados de Avatar y The legend of Korra.
Gracias por el comentario.
EliminarTengo ganas de ver Hora de aventura. He visto un par de imágenes por ahí, y parece bastante entretenida.
Para mi el gran fallo fue vender Castlevania como un anime. Quizás si lo hubiesen dejado en "serie animada"... tampoco saldría bien parada, ya que no le llega a los talones a Avatar, jajaja.