22 agosto, 2017

Ben-Hur (2016): "Quieren sangre. Ya todos son romanos."


Estaba a punto de darle otro título a la entrada, cuando recordé que ya tenía previsto usar esta cita; así que mejor guardaré la metáfora que iba a emplear para alguna próxima ocasión que lo amerite. Después de todo siempre es bueno tener algunos titulares preparados de antemano, en especial cuando no son tan puntuales ni vinculados a una película o serie en particular.

*A partir de aquí puede que haya algún que otro spoiler leve sobre la película*

Ben-Hur, la remake de un clásico de los años '50 que nadie quería ni pedía, con excepción del director y toda la gente a su espalda, que creían que podrían rasguñar un par de billetes. Una producción que vendría cargada de polémica, simplemente por el hecho de que sería comparada con su versión anterior, desatando las críticas (a favor y en contra) de más de una generación.

"Las aventuras de Mesala en el ejército."
No sé si habrán durado más de cinco minutos esos recuerdos,
pero fue todo un lujo.

Lamentablemente al momento de redactar esta entrada no he tenido la oportunidad de ver el film dirigido por William Wyler. A decir verdad tampoco he querido hacerlo por el momento, debido a que habiendo visto ya esta nueva, quise juzgarla por lo que mostró y como se sintió, sin entrar en comparaciones subjetivas con su predecesora.

Una película que en el plano general me gustó, pero no me atrapó. Si bien la trama principal no es mala y cuenta con un gran atractivo, acompañada encima por una visual más que destacable, Ben-Hur falla en darle profundidad y ofrecer una interpretación que esté a la altura de la misma.

"Legio aeterna victrix! Roma o Roma!"
El ingreso a Jerusalén, acompañado de
la marcha romana fue bárbaro.

Poncio Pilatos aplaude la escena...

...y a Ben-Hur no le gusta para nada.

Pongámonos un poco en contexto, Judah en un determinado momento lo pierde todo, familia, clase social, riqueza e incluso su libertad. No obstante en ningún momento sentí simpatía ni me conmoví por su situación; esa falta de capacidad para transmitir emoción alguna de parte de la narrativa y de sus actores fue lo que le jugó totalmente en contra a esta remake.

Con un protagonista que de ser buena persona excede los límites, pasando a ser buenudo, en donde el destino no llega a él por casualidad sino como un desenlace natural de sus acciones. Judah da albergue a un zelote, el cual intenta matar al recién llegado Poncio Pilatos, e inmediatamente decide protegerlo nuevamente dejando que se escape. Y luego de la obvia conclusión, le echa la culpa a Mesala por su desgracia.

En serio, ¿qué le hicieron a Morgan Freeman ahí?

Hay que admitir que escuchar la voz de Freeman en off
apenas empieza la película, es todo un golpe de impacto.

Tampoco es que defienda a este último, ya que no hace mucho para destacarse como un antagonista con carisma. Los únicos que medianamente están a la altura del film son Poncio Pilatos, aunque se debe más a lo que representa su figura que a su rol en la trama, y Morgan Freeman, en su rol de consejero, un papel en el que últimamente es muy común verlo; aunque esa caracterización con rastas no ayuda para nada al personaje.

Quien sí merece una mención especial bien grande es Rodrigo Santoro, quien es el encargado de darle vida a nada más y nada menos que Jesús; con sólo un par de apariciones logra sobresalir por el resto del elenco, no solamente gracias la figura histórica sino también a su excelente labor.

"Nah... ¿Jesús? Me deben estar cargando..."
Eso pensé apenas apareció sutilmente como carpintero;
en ese momento lo tomé como un cameo innecesario.

Más tarde descubrí que formaba parte de la trama,
a pesar de que lo que intentaron hacer no les salió tan bien.

Lo que sí se destaca, es la puesta en escena, que dejando de lado los efectos visuales, al ver Ben-Hur uno sí tiene esa sensación de estar frente una producción de época. La propia Jerusalén y sus calles son todo un ejemplo sin ir más lejos; claro, después puedo mencionar el fugaz flashback de Mesala sobre su experiencia en el ejército, o el combate de navíos, sin olvidarme del lujo que fue la carrera de cuadrigas.

"¡Este barco es su cuerpo!
¡Ese tambor es el latido de su corazón!
¡Y su Dios es la gloria de Roma!"

Hubiese sido lindo que el film terminase al concluir aquella disputa, porque sinceramente todo lo que vino después fue algo muy forzado por parte de un guión que aparentemente intentó ser fiel al original, al menos en el último tramo.

Una linda enseñanza la de perdonar dejando de lado el rencor y el odio, pero como uno no se sintió atrapado por los protagonistas en su momento, ese final queda muy fuera de lugar. Dejando de esa manera a esta nueva versión de Ben-Hur como una película promedio, que entretiene y se deja ver pero no más, fallando rotundamente en el exclusivo propósito al que al parecer aspiraba.

Y ahora se viene lo bueno...

¿Pensaban que les iba a spoilear la carrera de cuadrigas?
Quería hacerlo, pero las pocas capturas que tomé
estaban bastante movidas.


 Zona Random: todos los números

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