08 octubre, 2016

¿Cuándo una personalidad simulada se vuelve la mota amarga de un alma?


Seguramente a los fans de Asimov les va a interesar esta nueva producción que nos llega de la mano de HBO, y también a quienes son fanáticos de las historias ambientadas en el viejo y salvaje oeste.

*A partir de aquí habrá algún que otro spoiler leve sobre la serie*

Admito que decidí ver Westworld con cierta duda, ya que la sinopsis que andaba dando vueltas por ahí en internet era un tanto confusa, así que para no quedarme con las ganas o una sensación a medias basada en un simple prejuicio opté por descargar el capítulo piloto y ver de que se trataba.

No se pueden imaginar la sorpresa mía cuando empezaron a desfilar en pantalla más de un par de caras conocidas. Seamos honestos, el reparto es digno de una película, uno no esperaría ver a actores de la talla de Ed Harris y Anthony Hopkins en una serie; no es por menospreciar a tales producciones pero no es a lo que estamos acostumbrados. Se nota que no tengo la costumbre de leer los créditos en las intro, ¿verdad?

"¿Ese es Ed Harris?" pensé al verlo por primera vez.
Le di el beneficio de la duda, hasta que...
Comprobé que indudablemente HBO se jugó
con el reparto de la serie.
Hablando de la intro, la verdad que ahi también
le pusieron ganas, ya sea desde lo visual como
al main theme de la serie.

Un mundo cerrado en el cual interactúan los recién llegados (personas reales) con los anfitriones (androides sintéticos) y en el que si bien las líneas de acción están previamente establecidas en estos últimos, todo se va ajustando según las exigencias y preferencias de los visitantes. En esencia ese es el contexto del punto de partida, pero que trae más consigo de lo que deja ver a primera vista.

La idea de una vida artificial que adquiere consciencia propia y comienza a rivalizar con los humanos no es algo nuevo. ¿Dónde se dibuja la línea que separa lo natural de lo artificial? Quizás nunca lo sabremos, y seguramente será una cuestión que llegado el momento esta nueva serie de HBO afrontará; sin embargo, el gran atractivo de Westworld es su despliegue visual a la vez de las infinitas posibilidades que se abren en su narrativa.

"Pequeño" parque temático el de Westworld.
Otro tranquilo día en Westworld.

Desde una primera impresión se puede notar que la producción y los detalles a nivel técnico no han sido descuidados: el parque temático luce totalmente verosímil para el espectador, de una manera tal que fácilmente puede ser reconocido como un escenario real hasta que los eventos demuestran lo contrario con completa intencionalidad.

Al ser en formato de emisión semanal Westworld tiene a su favor la gran novedad de poder mostrar como se desarrolla este despertar de la conciencia de las máquinas desde el mero inicio. Tal vez la causa o el por qué sean dejados para más adelante, pero la novedad estará centrada más en el proceso que en el resultado inmediato.

Serán solo diez episodios en esta temporada pero con a penas dos ya emitidos, las expectativas están más que altas. Si tendremos más vaqueros y androides a futuro, habrá que esperar que el rating y la productora hablen, mientras tanto yo tendré un lugar reservado en mi agenda para ver todos los sábados a la madrugada una nueva entrega de Westworld.

¿Alguien más se quedó con ganas de escuchar el
discurso de Hector?


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